Como estoy estudiando educación infantil, me centraré en los más peques. Estos son el futuro, nuestro futuro, y si ellos aprenden a ver la televisión de manera adecuada, serán capaces de enseñar a los siguientes, hasta así conseguir una sociedad consciente de que la televisión no es un juego.
A día de hoy son muchos los niños que pasan sus horas libres viendo la televisión, y esto puede conllevar a que el niño sea menos sociable. Por ello debemos plantear objetivos, educarlos.
Antes de nada, tenemos que conocer la televisión, aprender a verla nosotros mismos y por último, enseñar a los niños.
A continuación, os cito algunas prácticas saludables para conseguir esto:
- Debemos tomar conciencia de que hay contenidos de televisión que pueden ser inadecuados para los niños, y asumir la responsabilidad de elegir los más idóneos para cada edad.
- Es importante ver la televisión con los hijos, y aprovechar el potencial didáctico que tienen para crear una comunicación familiar en torno a sus contenidos.
- Es conveniente explicar al niño la diferencia entre realidad y ficción, vincular los actos a las consecuencias, y contrarrestar todo aquello que atente contra valores elementales.
- Los padres deben controlar el tiempo que los niños ven la televisión, y ser un referente para ellos. A veces, no sólo puede ser contraproducente lo que ven los niños, sino también lo que ven los padres.
- Tenemos que aprender a ver la televisión de manera crítica.
- Es necesario que padres y profesores conozcan la programación y mantengan una actitud crítica respecto a los programas que promueven estereotipos y modelos sociales inadecuados para los más jóvenes.
- La televisión no es una niñera; se debe evitar la tentación de acudir a ella como única forma de entretenimiento o diversión.
- Antes de encender la televisión, es importante saber lo que se va a ver, y no encender la televisión para ver lo que hay. Y lo más importante, saber cuándo apagarla.
- Cuando los niños ven la televisión en su cuarto, disminuye la capacidad de los padres para supervisar los contenidos.
- La televisión no debe utilizarse nunca como premio o castigo. Al hacerlo, la erigimos en árbitro de la vida familiar y transmitimos al niño una idea equivocada sobre su verdadera entidad.
- Los niños tienen que dormir. La televisión no debe interferir en los horarios de sueño de nuestros hijos en los que, además, se concentran los contenidos menos indicados.
- Se debe hacer de la televisión una fuente de conocimiento. El niño vive en un entorno audiovisual que puede ser determinante en su formación. Y hay que aprender a utilizar el enorme potencial que tiene la televisión para la educación o entretenimiento de nuestros niños.
- Hable con los niños acerca de lo que están viendo. Hágales preguntas tales como, “¿Por qué creen que pasó esto?” “¿Cómo se sienten por lo que pasó?” “¿Qué harían ustedes?”
Aquí tenéis un vídeo en el que aparece una situación que debemos evitar:
Para confirmar esta información, podréis
recurrir a los siguientes enlaces:
No hay comentarios:
Publicar un comentario